//Molienda agroindustrial no alcanza el millón de toneladas hasta abril

Molienda agroindustrial no alcanza el millón de toneladas hasta abril

Al cierre del cuarto mes del año se procesaron menos de 1 millón de toneladas de oleaginosas, barrera que se venía superando de manera constante desde el 2014. Las 990.383 toneladas procesadas hasta el momento implican una reducción del 13% con relación al primer cuatrimestre del 2019.

Esta reducción guarda relación con el retraso de la cosecha de soja, que llevó a que la molienda inicie más tarde de lo normal y por ende los números del mes de enero sean considerablemente menores al de años anteriores.

A lo anterior se ha sumado la situación de la pandemia y la reducción del nivel de los principales ríos, que afecta la navegabilidad y genera problemas logísticos que a su vez afectan a la producción; con lo que, luego de una leve recuperación en marzo, el procesamiento de abril volvió a estar por debajo de lo obtenido el año pasado. El procesamiento de otros granos sigue una tendencia similar a la molienda total, aunque con una caída más marcada, que alcanza el 36% en comparación al promedio de los tres últimos años.

Se aprovechó el 63% de la capacidad. Las 982.282 toneladas de soja procesadas en este primer cuatrimestre del año representan un 63% de la capacidad nominal de la industria en el periodo. Este porcentaje implica una mejora de 5 puntos porcentuales con relación a lo conseguido al cierre del mes de marzo, aunque se encuentra bastante por debajo del 73% que se había conseguido en el mismo periodo del año pasado.

El bajo nivel de procesamiento del mes de enero debido al retraso de la cosecha es la principal razón para explicar la reducción e incluso con las más de 10 millones de toneladas de soja esperadas para este año resultará complicado volver a niveles de años anteriores en la utilización de la capacidad, debido a las limitaciones físicas para aumentar de manera considerable el volumen en los próximos meses.

Complejo de soja generó menos divisas. El complejo soja generó US$ 999,09 millones en los primeros cuatro meses del año, con lo que es la primera vez que no se supera la barrera de los mil millones en este periodo desde el año 2012.

Este valor, además implica una caída del 29% en comparación al promedio de las divisas generadas en los últimos tres años y de más de US$ 172 millones con relación al primer cuatrimestre de 2019.

Luego de una leve recuperación del ingreso de divisas en el mes de marzo, el mes de abril volvió a mostrar una caída con relación a años anteriores. El retraso de la cosecha explica en cierta medida la situación, debido a que gran parte de la caída se dio en enero, pero también las complicaciones en la navegación impactaron negativamente en la exportación y el nivel de los principales ríos será clave para el resultado del año.

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Volumen exportado por agroindustrias se redujo en 400 mil toneladas

Las exportaciones de productos agrícolas industrializados han caído en todos los meses cerrados del año en comparación al 2019, a un promedio de más de 70 mil toneladas al mes.

El volumen de exportaciones de granos de soja y sus productos industrializados al cierre del mes de abril superó los 3,03 millones de toneladas, alrededor de 400 mil toneladas menos de lo que se había conseguido en el mismo periodo del 2019.

Aunque el volumen de exportación en estado natural ha venido mejorando en los últimos tres meses, no ha sido suficiente para compensar la importante caída del mes de enero.

Las exportaciones de productos industrializados, por otra parte, han caído en cada uno de los cuatro meses ya cerrados del año en comparación al año pasado a un ritmo promedio de más de 70 mil toneladas por mes.

La caída en el volumen total de exportaciones podría revertirse en lo que queda del año, ya que la cosecha de este año sería una de las mejores de los últimos años. Sin embargo, para que esto se concrete una condición necesaria es mantener la navegabilidad de nuestros principales ríos, vía de salida de aproximadamente el 90% del volumen del complejo sojero.

Aun así, a pesar de que el nivel de los ríos mantenga la navegabilidad y permita realizar exportaciones en lo que queda del año, la recuperación de los volúmenes de aceite, harina y cascarilla de soja ya resulta más complicada debido a la limitación física para aumentar en gran volumen la molienda en los próximos meses del año.

Agroindustrias redujeron participación. Al cierre del cuarto mes del año las industrias asociadas a la CAPPRO redujeron su participación en tres puntos porcentuales, para representar un 52% de las exportaciones totales del complejo soja. Este valor también representa una disminución de 4 puntos porcentuales con relación a lo obtenido al cierre del cuarto mes del 2019.

Lo anterior guarda relación con la disminución de las exportaciones de productos industrializados a partir de la soja, considerando la menor molienda registrada.

Conforme los volúmenes de granos aumenten y si no se recupera la situación de la industria, la participación de la Cámara podría verse afectada negativamente para lo que queda del año.

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Bajo nivel de ríos podría poner en riesgo de paro a las industrias aceiteras

Actualmente la navegación en el Río Paraná está muy limitada, quedando afectados todos los puertos de la zona, mientras que en el Río Paraguay se debe navegar con menos producto que el potencial en las barcazas.

En la parte de comentarios finales, el informe de CAPPRO hace referencia al impacto a la gran bajante de los ríos en el comercio exterior del sector agroindustrial. 

Refiere que el bajo nivel de los principales ríos del país pone una vez más a la industria aceitera nacional en una situación compleja, ya que luego de varios años de sobrellevar constantes cambios de reglas que afectan cada vez más su competitividad, ahora debe enfrentarse a una de las situaciones más complejas en cuanto a logística de comercio exterior que se ha vivido en las últimas décadas.

Actualmente la navegación en el Río Paraná está muy limitada, quedando afectados todos los puertos de la zona (algunos de ellos de los más importantes del país), mientras que en el Río Paraguay se debe navegar con menos producto que el potencial en las barcazas para evitar inconvenientes en los pasos difíciles que existen. Esto, además de sobrecostos para nuestras exportaciones, genera retrasos en la dinámica exportadora que dificultan las operaciones y podrían llevar a incumplir compromisos en el exterior.

Toda esta situación afecta aún más a la competitividad del comercio exterior en general, pero de la agroindustria exportadora en particular, ya que este sector que representa cerca de la tercera parte de las exportaciones registradas depende en gran medida de la vía fluvial para cumplir con sus compromisos y hacer llegar sus productos a los diferentes países del mundo que demandan los alimentos generados en Paraguay.

Para las industrias aceiteras del país la situación es por demás delicada, ya que las mismas se encuentran, en el panorama actual, ante la amenaza cierta de tener que suspender sus operaciones en algún momento cercano en el futuro, con todo lo que esto implica para una fábrica que en condiciones normales procesa las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

La imposibilidad de exportar por vía fluvial, o una reducción muy significativa del ritmo de salida, por el nivel de los ríos sería lo que desencadenaría este escenario de paro, ya que la capacidad de almacenamiento en las industrias es limitada. Consideramos que el escenario actual, que se suma a la pandemia que obliga a todos a cambiar paradigmas, nos debería llevar a replantear las estrategias existentes con relación al dragado de los ríos, la señalización y en general los trabajos para mantener nuestra principal vía de comunicación en buenas condiciones.

Fuente: Cappro