El resumen semanal del mercado agrícola internacional de Granar Research indica que, sin la estridencia del ciclo anterior, el trigo volvió a cerrar con saldo positivo para sus precios, que en el mercado estadounidense siguen en el nivel más alto en nueve años, por la tensión que persiste entre la demanda y la oferta del grano fino.
También hubo nuevas mejoras para la soja en Chicago que, no obstante, sobre el cierre de la semana se vieron acotadas por la caída del petróleo y por las concesiones que la Casa Blanca hizo a la industria del petróleo. Esos dos factores fueron los que llevaron al maíz a un cierre con leves bajas.
SOJA. Los precios de la soja cerraron en alza en Chicago por segunda semana seguida, con subas del 1,53 y de 1,49% para los plazos enero y marzo, que pasaron de 457,18 a 464,16 y de 461,59 a 468,48 dólares por tonelada.
MAÍZ. Fue negativo el balance semanal para los precios del maíz en Chicago, donde
los contratos diciembre y marzo perdieron un 1,13 y un 1,37%, tras pasar de 227,25 a 224,69 y de 230,30 a 227,15 dólares por tonelada.
TRIGO. Si bien fueron más modestas que las de la semana anterior, cuando superaron el 6,5%, el trigo volvió a cerrar con subas en el mercado estadounidense. En Chicago, las posiciones diciembre y marzo sumaron un 0,73 y un 0,69%, al pasar de 300,20 a 302,40 y de 304,42 a 306,53 dólares por tonelada. En Kansas, los mismos contratos ganaron un 0,21 y un 0,36%, al variar de 306,08 a 306,72 y de 309,99 a 308,10 dólares por tonelada.
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SOJA
Las ganancias se concentraron en las ruedas del lunes y, sobre todo, en la del miércoles, cuando influyeron de manera positiva la fortaleza de las cotizaciones de la harina y la presencia de compradores chinos, luego de que el lunes por la noche se dio el cónclave entre los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping.
No obstante, en las últimas dos ruedas los precios retrocedieron por la caída del petróleo y por la decisión de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense, el jueves, de prorrogar los plazos para que las refinerías de petróleo cumplan con las obligaciones derivadas de los mandatos de corte con biocombustibles de 2020 y de 2021, además de extender el período de gracia por los incumplimientos de 2019 para las refinerías más pequeñas.
Esta medida, que fue muy criticada desde las entidades de productores y desde la industria de los biocombustibles, fue interpretada como una concesión de la Casa Blanca al lobby petrolero, que pocos días atrás había advertido que medidas en su contra derivarían en cierre de plantas y en pérdida de puestos de trabajo.
El otro factor que limitó las ganancias para los precios de la soja en Chicago fue el clima en Brasil, donde se mantiene un patrón de lluvias abundantes sobre las principales zonas productoras, incluido en los últimos días el Sur del país, que venía más limitado en cuanto a humedad y que será la región que queden más en riesgo si se cumplen los augurios de lluvias menores a las normales desde fines del presente mes y hasta avanzado enero por acción de La Niña.
Con un progreso de las siembras sobre poco más del 80% del área, pero con trabajos ya terminados en un Estado clave como Mato Grosso, las lluvias resultan muy beneficiosas para los suelos y para los cultivos y apuntalan la chance de una cosecha récord que supere los 145 millones de toneladas.
En cuanto a los reportes semanales del USDA, el lunes relevó el avance de la cosecha de soja sobre el 92% del área apta, contra el 87% de la semana pasada, el 95% de 2020 para la misma fecha, el 93% promedio y el 92% previsto en promedio por los privados. El viernes los operadores estimaron un progreso de la recolección sobre el 95% de la superficie apta.
En su informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, en este caso para el segmento del 5 al 11 de noviembre, el USDA relevó el jueves ventas de poroto de soja por 1.382.700 toneladas, por encima de las 1.289.400 toneladas del reporte anterior y dentro del rango previsto por los privados, de entre 1 y 1,6 millones de toneladas. Del total, 727.500 toneladas correspondieron a compras chinas, incluidas 394.000 toneladas presentadas hacia destinos desconocidos. El volumen de soja de la actual campaña vendido hasta el momento suma 34,61 millones de toneladas, un 32% menos que a igual momento de 2020.
Las ventas de harina fueron reportadas en 183.000 toneladas, por debajo de las 278.000 toneladas de la semana anterior, pero dentro del rango calculado por los operadores, que fue de 100.000 a 300.000 toneladas. Los negocios suman 5,14 millones de toneladas, un 7 % por delante de igual segmento de 2020.
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MAÍZ
Con la excepción de la rueda del miércoles, donde se dio una importante actividad compradora de los fondos de inversión y donde se confirmó el buen momento de la producción de etanol en Estados Unidos, el resto de las jornadas fueron negativas para las cotizaciones del cereal.
Como se amplió en el espacio de la soja, la caída del petróleo y la decisión de la Agencia de Protección Ambiental de prorrogar los plazos para que las refinadoras de petróleo cumplan con sus obligaciones, fueron dos factores bajistas que golpearon también al maíz que, no obstante, registra un resurgimiento de la industria del etanol por la mejora en sus márgenes. Claro que el temor de la industria es que factores como los explicados anteriormente comiencen otra vez a horadar esos márgenes.
Por lo pronto, el miércoles fue positivo el informe semanal de la Administración de Información sobre Energía de Estados Unidos, dado que allí el organismo elevó la producción de etanol de 1.039.000 a 1.060.000 barriles por día, frente a los 962.000 barriles de igual momento de 2020, en tanto que la existencias del biocombustible las redujo de 20.286.000 a 20.081.000 barriles.
Para hacer que la caída semanal del maíz fuera menos importante también influyó la fortaleza del mercado de trigo, que deriva beneficios al resto de los granos utilizados como forrajes, porque mejoran sus competitividad y porque puede ocupar el lugar que el grano fino dejará vacante por la menor oferta del presente ciclo, algo que el maíz estadounidense está comprobando con las mayores exportaciones a Canadá.
En ese sentido, en su trabajo semanal sobre las exportaciones estadounidenses, el USDA relevó el jueves ventas de maíz por 904.600 toneladas, por debajo de las 1.067.300 toneladas del informe anterior y cerca del mínimo previsto por los operadores, que manejaron un rango de entre 800.000 y 1.400.000 toneladas.
Nuevamente Canadá, que vio caer muy fuerte su producción forrajera en la actual campaña –cebada, avena y trigo–, apareció como el principal destino del cereal de Estados Unidos, con 230.000 toneladas. Hasta el momento se negociaron 32,98 millones de toneladas de maíz de la actual campaña, un 6% menos que en 2020.
Por último, el lunes el USDA relevó el avance de la cosecha de maíz sobre el 91% del área apta, contra el 84% de la semana pasada, el 94% de igual momento de 2020, el 86% promedio de las cuatro campañas precedentes y el 91% estimado por los operadores. El viernes los operadores calcularon un progreso de la recolección sobre el 95% de la superficie apta.
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TRIGO
El nivel de precios del trigo se mantiene en lo más alto en nueve años, ratificando la fortaleza estructural del mercado del grano fino, con fundamentos bien concretos: una demanda que sigue ávida por asegurarse el trigo necesario para el abasto interno de países que dependen exclusivamente de la importación –Norte de África, Medio Oriente, Sudeste asiático– y una oferta acotada por las largamente comentadas menores cosechas en Canadá, Rusia y en Estados Unidos.
Durante la semana sumó preocupación al mercado el tiempo excesivamente húmedo que se registra en Australia, que no sólo está ralentizando la cosecha, sino que pone en riesgo la calidad del grano de uno de los pocos oferentes que puede calmar la tensión que persiste en el mercado internacional, que se reflejan tanto en las pizarras de las Bolsas estadounidenses como en las del mercado europeo, que muestran el nivel de precios más alto en 13 años para el grano fino.
El otro factor que mantiene esa tensión es Rusia, por la chance de que sus exportaciones sean aún más restringidas por medidas oficiales. Esto está haciendo que las ventas sean más lentas de lo normal, por la falta de estímulo que tienen los productores para entregar su mercadería a los exportadores.
Acerca de los informes semanales del USDA, el lunes relevó la siembra de trigos de invierno sobre el 94% del área prevista, frente al 91% de la semana pasada, al 96% de igual momento de 2020, al 94% promedio de las cuatro campañas precedentes y al 95% previsto por los privados.
